¿Cómo hacer la postura del misionero más placentera?

Cómo hacer la postura del misionero más placentera

¿Estás planificando hacer la postura del misionero y no sabes por dónde empezar? ¿Tienes poca experiencia sexual? A través de este artículo te invitamos a complacer a tu pareja con algunos consejos relevantes para tomar en cuenta a futuro. Sin duda, una de las posiciones más practicadas en el sexo.

Muchas personas tienen preferencia por realizar esta posición en sus ratos de placer; lo cual no está mal en admitir. Es una postura básica en que el hombre permanece sobre la mujer con el propósito de penetrarla. Esta opción sexual puede ser romántica porque ambos rostros quedan lo suficientemente cerca para contemplarse mediante intensas miradas o mimarse con gestos y fogosos besos.

¿Por qué se llama postura del misionero?

El contexto que engloba a esta postura sexual llama mucho la atención. Para los más atrevidos es una posición moralista, poco dinámica y un tanto aburrida. Los ministros laicos, encargados de impartir los dogmas cristianos, establecieron el misionero como la única posición permitida o autorizada por la Iglesia como sinónimo de fecundación.

“Es una forma sana para perpetuar la especie” son declaraciones que a menudo leerás o escucharás de los sacerdotes católicos. Un cura llamado Johannes Teutonicus, en el año 1215, explicó que el misionero es la única postura en que los humanos no están cometiendo pecado mortal, a través de la fornicación.

Con la llegada de los europeos al continente americano, pretendían establecer una serie de normativas permitidas para que el acto sexual no fuese considerado como una acción inmoral que ofendiese a Dios. Los primeros juzgados fueron los indígenas que a lo largo de su trayecto en la tierra cometieron pecado con posiciones no cristianas para fecundar a sus hijos.

Cómo hacer la postura del misionero más placentera

La palabra “misionero” comenzó a manifestar una connotación sexual a partir de 1948 con el libro Sexual Behavior in the Human Male de Alfred Kinsey. Pasó el tiempo para que la cultura hippie iniciara la difusión de esta palabra en la década de los 60. Hasta la fecha, sigue conociéndose como postura de misionero, la más clásica para parejas en el mundo entero.

 ¡Sí a los besos!

Es importante que el misionero involucre besos  para armonizar la situación (o en su defecto, que la entrega corporal no sea tan mecánica). Es un buen indicio del placer que están viviendo los amantes, por tanto, hay que prestar atención a estos detalles. El beso es el detonante principal hasta llegar al máximo placer. Antes de eso, es de vital importancia acariciar un poco la piel mutuamente para vivir una experiencia romántica.

No desaproveches la oportunidad de besar a tu pareja si la tienes a pocos centímetros de ti. Te agradecerá este espacio de amor para aumentar su deseo y continuar con la relación sexual. Aunque muchos desconocen la magia de un beso, logra encender la química a su máximo nivel.

Los labios no deben ser el foco de atención para dar besos. También podrías explorar otras partes del cuerpo como el cuello, orejas o cualquier otro punto especial con el que eleve su excitación. Los resultados son inmediatos, por lo que el momento estará en el clímax total de una entrega que valdrá la pena para la pareja.

Utilizar un gel estimulante

El gel estimulante no sólo agrada a través del sentido del olfato con un aroma exquisito para encender la pasión, además, contribuye a proteger las zonas más sensibles de la mujer en el acto. De igual modo, es una herramienta eficaz para establecer juegos divertidos que estimulen el encuentro hasta convertirlo en dinamismo puro.

Una de las marcas preferidas de geles estimulantes es Durex, con amplio recorrido en el mercado. Gracias a sus variantes, te brindan cremas suaves con olor encantador para mejorar la temperatura sexual. Parece una acción bastante simple, pero añadir su uso en la postura del misionero es un punto positivo para incentivar la experiencia carnal.

Cúbrete los ojos

Como te indicamos al principio del artículo, una clave trascendental en la postura del misionero es estar cara a cara con la pareja. La mirada fija a los ojos da señales de cómo se está viviendo la experiencia dentro del espacio determinado. ¿Por qué no hacer la experiencia más divertida? Consigue una venda para taparse los ojos, con el propósito de trasladar el sentido visual hasta los dedos, labios o el cuerpo en pleno.

La intención de esta práctica es probar los otros sentidos cuando la vista está bloqueada. Si la propuesta rinde lo esperado, quiere decir que ambos son buenos amantes, conocedores de su cuerpo y viven el sexo con altas probabilidades de disfrutar sin necesidad de un cruce en las miradas. Es un momento, hasta cierto grado, intrigante porque no saben de lo que pueden ser capaces para hallar placer.

Las personas tímidas son las más beneficiadas con este sistema porque estarán más cómodas si la exploración de su cuerpo no es a través de la mirada. Con los ojos cubiertos habrá más confianza para entregarse de lleno a la pasión. Incluso, está comprobado que los sujetos introvertidos son más atrevidos con los ojos cubiertos que en la posición común,  frente a frente.

Colocarse un anillo para el pene

Conociendo las ventajas del gel estimulante es hora de presentar otra herramienta eficaz para los hombres que desean mantener por mucho tiempo su erección: el anillo para el pene. Puede considerarse como un buen juguete sexual para aplicar la postura del misionero, haciendo que la sangre esté en el mismo lugar hasta alcanzar una erección perfecta y duradera durante el coito.

Si no encuentras el anillo clásico, en tiendas podrás adquirir uno especializado con vibraciones. En este caso, aumentará el placer de la mujer durante la penetración, gracias a una sensación favorable al tener contacto con sus partes íntimas. De desear el máximo placer, es otro juguete alternativo que no debes pasar por alto en las tareas sexuales.

Ubicar un vibrador

Si la experiencia con el anillo no fue suficiente, entonces como pareja estás preparado(a) para aumentar el nivel de la relación. Con la compra de un vibrador no sólo darás el papel protagónico al juguete para el placer, sino además, incentivarás a que la postura del misionero escape un poco de la rutina con los movimientos corporales del hombre. Si deseas un preámbulo candente, utiliza un vibrador como elemento secundario.

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