Sexo en público: todo lo que debes saber
Si eres de esas personas que entre sus más preciadas fantasías se encuentra el tener relaciones sexuales en plena vía pública, pero aún no lo haces por temor o desconocimiento, has llegado al lugar indicado. En este artículo seremos los encargados de proporcionarte toda la información necesaria sobre el sexo en público.
Te explicaremos los riesgos que conlleva realizarlo, sus principales ventajas y un par de consejos que te serán de gran ayuda para salir airoso de la experiencia. Recuerda que no es tan fácil como llevarse por el momento y listo, porque muchas legislaciones lo catalogan como un delito importante.
Sin embargo, esto no quiere decir que no se pueda hacer, pues las personas que tienen este sueño y lo hacen realidad son más de las que piensas. La información recopilada te servirá para que tú también lo logres. ¡Quédate con nosotros y disfruta de la completa guía que hemos realizado especialmente para ti!
Contenido
¿Qué es el sexo en público?
El sexo en público es toda aquella práctica carnal llevada a cabo por un conjunto de personas que tiene lugar en un espacio común o recreativo. Es decir, cuando uno o más individuos tienen relaciones sexuales en una zona transitada o un sitio privado que aún puede ser observado por una persona externa, tales como: graneros, balcones, patios traseros o habitaciones con ventanas abiertas y sin cortinas.
Aunado a ello, también se le considera sexo público a los actos sexuales que son realizados en espacios semipúblicos, en los cuales los transeúntes son libres de entrar sin ningún problema, como por ejemplo un centro comercial. Los ambientes más habituales para efectuar esta práctica son: coches, playas, bosques, baños públicos, probadores, escaleras.
Decidir entre uno y otro dependerá de la inmediatez y la necesidad que tenga la pareja, además de la sensación de control y comodidad que ambos deseen. Según un importante estudio dirigido por el psicoterapeuta e investigador británico Brett Kahr, en 2008, tener relaciones sexuales en lugares públicos es una fantasía muy común en las sociedades occidentales modernas y un número importante de parejas o individuos la han cumplido.
En la actualidad ha surgido una nueva denominación para la práctica desempeñada por personas que no disponen de una pareja estable, esta se denomina como “Dogging” o “Cancaneo”.
Consiste básicamente en mantener encuentros íntimos con desconocidos, sin que exista, de manera alguna, una relación más allá del acto sexual. Para ejecutar esta clase de contactos se han creado páginas web especializadas que posibilitan las citas entre los interesados.
¿Qué lo hace tan excitante?
El ser creativos en la intimidad aumenta de manera significativa la libido y genera estimulación en el erotismo de una pareja. Asimismo, se le suma el hecho de que, al experimentar aventuras y sensaciones nuevas, se fomenta una mejoría en la comunicación, la complicidad y el amor.
Ese deseo proviene de allí precisamente, de la mezcla entre el miedo a ser descubiertos y la excitación de la copulación, razón por la cual cada vez es más frecuente que muchas más parejas disfruten de esta práctica.
En ese momento, la producción de endorfinas se combina magníficamente con el riesgo y la anticipación del orgasmo, tanto masculino como femenino. Sin embargo, no es todo color de rosa, es crucial que se tomen en cuenta una serie de consejos que son de gran utilidad para pasar desapercibidos y tener una experiencia plena y satisfactoria. Estos son los siguientes:
- Practica posturas que puedan ser disimuladas fácilmente. Todas aquellas que sean sentados o de pie son las que recomendamos, puesto que, a simple vista, pudieran aparentar otra situación.
- Ten siempre presente que la rapidez y discreción son el principal objetivo. En el dado caso de que no quieras que te descubran, evita los preliminares y juegos de cualquier índole.
- Escoge con mucha cautela la ubicación en donde vas a realizarlo, al igual que el horario y la cantidad de personas que habrá alrededor en ese momento.
- Lo más aconsejable es que optes por prendas que permitan el sexo sin tener que desnudarse, incluyendo la ropa íntima.
- Piensa con detenimiento si realmente estás en un estado de conciencia de las implicaciones legales que conlleva cumplir tus fantasías.
- Utiliza protección en todo instante, más si eres de aquellos que quieren empezar con eso del dogging.
Ventajas y desventajas
Pese a lo que usualmente se comenta, el sexo en público brinda una serie de ventajas a todos sus practicantes y aficionados. Son tres principalmente:
- Se rompe con la rutina, es un tipo de excitación diferente a la que se está acostumbrado. La adrenalina que se genera produce un sentimiento extra al coito .
- Al hacer algo ilícito y peligroso la complicidad en la pareja se incrementa notablemente.
- Es ideal para quienes no disponen de un espacio propio al cual llevar a sus compañeros para los encuentros sexuales.
En cuanto a las desventajas, describimos estas dos:
- Algunos países penalizan a civiles que encuentran teniendo relaciones sexuales en público, con penas de prisión entre los seis y doce meses.
- El suceso puede acabar circulando por toda la red al ser grabados en pleno acto. Las escenas que se difunden por internet pocas veces se eliminan en su totalidad.
No se trata de una enfermedad
Como conclusión, podríamos recalcar que el querer tener sexo en público no se le debe considerar como una enfermedad, ni mucho menos como un trastorno psicológico.
No existen motivos reales ni datos que sirvan para aseverar que esto está relacionado directamente con una conducta adictiva o adquirida. Representa más bien una práctica eventual que satisface cierta curiosidad del ser humano, una mera forma de explorar la sexualidad.
No obstante, el acto se podría considerar como inapropiado a causa del daño o molestia que pudiese ocasionar en otras personas. Puede ser tildado como un problema genuino, si el mantener relaciones sexuales en espacios públicos se convierte en el único medio para obtener placer sexual de una persona. En esos casos específicos, una pertinente ayuda psicológica no está de más.
Allí, los especialistas en el área estudian el comportamiento sexual compulsivo del paciente y trabajan en el control de estos impulsos. Se indaga a fondo en la función que está cumpliendo esa conducta en el individuo: si está obstaculizando la aparición de ciertas emociones (frustración) y la gestión de conflictos, es decir, si representa una especie de vía de escape frente a otros problemas que se quieran evadir.
Adicionalmente, se trabaja en cuanto al crecimiento sexual, se buscan otros estímulos eróticos que generen excitación para así, lograr que la persona apele a prácticas menos dañinas. Sin que se conozca puntualmente el contexto, las motivaciones o razones que desencadenan esta clase de actitudes, es imposible que un profesional valore con certeza si existe o no, una adicción.
Es bastante natural que la sociedad evolucione hacia una sexualidad mucho más abierta, pues poco a poco se ha dejado de encasillar como un acto íntimo, ahí encontramos a los nudes y al sexting.
Cada vez más se pierde el pudor con respecto a ciertos comportamientos, percibiéndolos como normales. Si se detecta un inconveniente legítimo hay que dejar en claro que la persona no lo hace realmente por placer, sino por una necesidad imperiosa que debe tratarse.